España afronta con “esperanza” el acuerdo de paz en Gaza
España afronta con “esperanza” el acuerdo de paz en Gaza
Sánchez llega a Sharm El-Sheij y reclama que la ayuda humanitaria llegue ya de forma masiva
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llegado ya a la cumbre de Sharm El Sheij para participar en la cumbre de la paz convocada por Donald Trump y Abdelfatah El-Sisi, el presidente egipcio. Sánchez llega a esta cumbre después de haber sido uno de los presidentes europeos que más claramente ha condenado el “genocidio” de Israel en Gaza, tal como lo llama, pero ahora que ha habido un acuerdo de paz el presidente lo ha celebrado y ha aplaudido la tarea de Trump, del que está muy distanciado políticamente.
El Ejecutivo español quiere ahora dejar clara que considera esta paz una buena noticia y no va a poner palos en las ruedas de esta posibilidad que surge, aunque distintas fuentes admiten la desconfianza en que pueda llegarse a una paz definitiva.
El Gobierno español, según fuentes del Ejecutivo en Sharm El Sheij, afronta “con esperanza” este acuerdo de paz. El Ejecutivo, según explican, es “consciente de los desafíos que la ejecución del plan de paz conlleva, pero con mucha voluntad de que se avance hacia una paz definitiva”.
“La liberación de los rehenes y de los presos es una gran noticia. También celebramos la entrada de ayuda humanitaria y la prioridad ahora es que esta llegue de forma urgente y masiva”, rematan estas fuentes.
Sánchez, como los demás líderes europeos y árabes que están en la cumbre, ha tenido que esperar a Trump mucho más de lo previsto, mientras el presidente alargaba su discurso en el parlamento de Israel con referencias a su propia familia y a su visión del mundo.
El líder español, como los demás, tiene una presencia secundaria en la cumbre, en la que solo está previsto que hablen Trump y Al Sisi, y todo está diseñado a mayor gloria de ambos. Incluso los carteles en el camino entre el aeropuerto de este balneario sobre el Mar Rojo se ve solo la foto de los dos líderes dando la bienvenida a “la tierra de la paz”.
Sánchez ha trenzado una relación fuerte con los líderes árabes durante esta crisis, y especialmente con Al Sisi, que es quien le ha invitado. Con Trump la relación es pésima, tanto que el presidente de EE UU amenazó con echar a España de la OTAN, pero, sin embargo, el líder republicano no ha vetado la presencia del español en Sharm El Sheij y de hecho la relación entre las dos administraciones, por debajo de los líderes, es bastante buena, según insisten fuentes españolas, y como prueba señalan que la última cumbre relevante entre EE UU y China se hizo en Madrid, algo impensable si la relación fuera mala entre los dos gobiernos.
“Son cosas de Trump, pero luego queda en nada”, suelen decir estas fuentes cada vez que el presidente de EE UU lanza alguna diatriba contra Sánchez, como sucedió en la cumbre de la OTAN en La Haya, donde amenazó a España con duros aranceles específicos que luego nunca aprobó.
Además, eran inviables porque es la UE quien lleva la política comercial. Ahora la amenaza de sacar a España de la OTAN parece tener el mismo recorrido: palabras sin efecto real.

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